LAMONT DOZIER - Out Here On My Own (1973)
El soul tiene estas cosas. Es un cajón de sastre tan amplio e interesante que cuando escarbas un poco siempre acaba sorprendiéndote. ¡Y de que manera ! Pues bien, casi todo el mundo que se ha interesado alguna vez por este apasionante estilo musical, sabe que en los 60 hubo un afamado sello americano llamado Motown, con el que casi todos hemos disfrutado gracias a soberbios latigazos de soul atemporal, como el que grabaron grupos tan conocidos como Four Tops, The Supremes, Martha & The Vandellas, The Marvelettes, Marvin Gaye, The Miracles, The Temptations y un largo etcétera de ilustres personalidades del soul. Y quien más y quien menos, conoce a algunos de los talentosos compositores y productores que proporcionaban ese estupendo material a los grupos antes citados, gente como ese trío mágico que respondía al nombre de Holland-Dozier-Holland, creadores de muchos de los éxitos del sello. Temas como Where Did our love go, I hear a symphonie (The Supremes), This old heart of mine (Isley Brothers), Heatwave (Martha & The Vandellas), Please Mr. Postman (The Marvellettes), Reach out, I’ll be there (Four Tops) y muchos, muchos más. Y sin temor a equivocarme, casi podría deciros que gran parte del característico sonido Motown se debe a estos tres señores, Eddie Holland, Lamont Dozier y Brian Holland que crearon una nueva forma de entender y crear soul.
Y bien, da la casualidad que hace unos meses me topé con el que fue el primer disco que lanzó en solitario para el sello ABC, en 1973, uno de estos talentosos personajes de aquel trío mágico: Lamont Dozier. Y desde ese día, este disco se ha convertido en uno de mis discos de cabecera, razón por la que aparece hoy por estos lares. El disco se titula Out here on my own, y os aseguro que es un soberbio ejercicio de estilo del mejor soul. Elegante, y sofitiscado, y con una exuberante producción, que te envuelve en un melódico torbellino de vientos, guitarras y cuerdas liderados por una cálida y poderosa voz. Un sonido que recuerda sobre todo a sus últimas composiciones para los Four Tops y Isley Brothers en Motown, así como al barroquismo sonoro de los discos de Curtis Mayfield en solitario.

Una grata sorpresa abandonada y encontrada en las entrañas más ocultas de la historia del soul, que merece la pena degustar.
Nota: las fotos están tomadas de la página web oficial de Lamont Dozier
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