QUINCY JONES - Big Band Bossa Nova (1962)

con uno de los grandes clásicos de la bossa y del jazz samba, el adfictivo Soul Bossa Nova. Un tema espectacular y vibrante, demoledor y vitalista como pocos, que es una auténtica exaltación de los sentidos.. Un tema arrollador que marca el devenir del album, protagonizado por una excelente y estruendosa big band en la que las trompetas, los trombones, las flautas, las poderosas percusiones y el excelente piano del genial Lalo Schifrin, escapan del típico sonido delicado y sinuoso de la bossa para ir un paso más allá en la fusión entre el jazz y la bossa nova, añadiéndola un ritmo a veces trepidante, y ciertos toques latinos.
Big Band Bosanova es un disco tremendamente cálido y sudoroso, donde las delicadas melodías de la bossa , pierden algo de su espiritualidad e inocencia, y se vuelven más carnales y mundanas, acercándose a la samba y al carnaval. Es un disco festivo, excitante y rítmico, ideal para no dejar de bailar, con algunos momentos para la introspección como, Serenata y la delicada Manaha de Carnaval, de Luiz Bonfá, que incluso en la adaptación de Quincy Jones mantiene ese aire dulce y melancólico del original.
Quincy Jones consiguó aglutinar un amplio conjunto de sonoridades a través de las cuales la bosa nova podría comenzar a expandirse en su definitiva adopción por el mundo del jazz. De esta forma, en el disco podemos descubrir un nuevo enfoque de clásicas melodías de Joao Gilberto como Desafinado, One Note Samba, y Chega de saudade y Se e tarde me pardoa, robustecidas por la efectividad y contundencia sonora de una gran big band presente en este disco; el perfecto ensamblaje de los trepidantes destellos del viejo jazz con la calidez del nuevo ritmo brasileño, que podemos apreciar en la adaptación del tema de Charles Mingus, Boggie Stop Shuffle, o en las trepidantes y carnales Soul Bossa Nova, On the Street where you Live y Lalo Bosaa Nova, esta última escrita por Lalo Schifrin para este disco; y como no, un espléndido crossover entre la bossa y los estandares del pop como la delicada Serenata de Leroy Anderson.
Un disco excelente que abrió nuevos caminos para la bososa y que hoy suena igual de fresco que debió sonar en el momento de su edición. Simplemente creo que lo podríamos definir como auténtica música para los sentidos.
Publicado el 26/03/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
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