GRANT GREEN - Feelin' the spirit (1962)
Publicado el 21/03/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
Días de lluvia en este mes marzo, justo cuando se acaba el crudo invierno, y antes de que irrumpa la voluptuosa primavera. Días de claroscuros, días de jazz con sabor a blues y soul, días de atmósferas pesadas con tonalidades de luminosidad azulada, ideales para degustar discos intensos pero desacelerados, sudorosos y noctámbulos, como este disco de Grant Green que hoy os traigo, titulado Feelin’ the spirit. Grant Green es uno de esos fantásticos guitarristas del mundo del jazz, que sorprenden a profanos en la materia, como quien escribe estas palabras, por la aparente simplicidad y musicalidad de sus melodías, que te absorben y seducen desde los primeros acordes, algo raro para el jazz, que parece exigir muchas más escuchas antes de capturarte. De esta forma las melodías de Grant Green, parecen brotar espontáneamente de las entrañas del mejor blues, gospel y soul, irradiando una sensibilidad arrolladora a través de los depurados acordes de su guitarra .
Y así, Feelin’ the spirit, que fue publicado en 1962 por el sello Blue Note, y donde Grant Green es acompañado por un cuarteto, en el que sobresale con luz propia Herbie Hancock al piano, desprende por todos sus surcos, ese rancio y añejo aroma a blues, y soul, encontrándonos una acertada mezcla de emotivas composiciones espirituales que parecen provenir directamente del entorno del gospel, como las espléndidas, Just a Closer walk with thee (el tema más vibrante y animado del disco), Joshua Fit de Battle of Jericó o Go Down Moses, y tremendos arrebatos de blues melancólico que nos transporta a la humeante atmósfera de la barra de un bar, donde perdedores noctámbuos purgan sus penas al compás de las excelentes Nobody Knows the trouble I’ve Seen, Sometimes I feel like a motherlesss child o Deep River.
Un disco de esos, de sabor agridulce y emoción contenida, ideal para escuchar y saborear en estos días lluviosos, al abrigo de los cristales, mientras saboreas una copa y repasas esos momentos que quizás ya no volverán.
Seguiremos hablando de este gran guitarrista, ya que cada uno de los discos que sacó en los 60, merecen una mención especial, desde el blues y el soul de este Feelin' the spirit hasta el excelente groove-funky de Green is beautiful, editado en 1970.
Días de lluvia en este mes marzo, justo cuando se acaba el crudo invierno, y antes de que irrumpa la voluptuosa primavera. Días de claroscuros, días de jazz con sabor a blues y soul, días de atmósferas pesadas con tonalidades de luminosidad azulada, ideales para degustar discos intensos pero desacelerados, sudorosos y noctámbulos, como este disco de Grant Green que hoy os traigo, titulado Feelin’ the spirit. Grant Green es uno de esos fantásticos guitarristas del mundo del jazz, que sorprenden a profanos en la materia, como quien escribe estas palabras, por la aparente simplicidad y musicalidad de sus melodías, que te absorben y seducen desde los primeros acordes, algo raro para el jazz, que parece exigir muchas más escuchas antes de capturarte. De esta forma las melodías de Grant Green, parecen brotar espontáneamente de las entrañas del mejor blues, gospel y soul, irradiando una sensibilidad arrolladora a través de los depurados acordes de su guitarra .
Y así, Feelin’ the spirit, que fue publicado en 1962 por el sello Blue Note, y donde Grant Green es acompañado por un cuarteto, en el que sobresale con luz propia Herbie Hancock al piano, desprende por todos sus surcos, ese rancio y añejo aroma a blues, y soul, encontrándonos una acertada mezcla de emotivas composiciones espirituales que parecen provenir directamente del entorno del gospel, como las espléndidas, Just a Closer walk with thee (el tema más vibrante y animado del disco), Joshua Fit de Battle of Jericó o Go Down Moses, y tremendos arrebatos de blues melancólico que nos transporta a la humeante atmósfera de la barra de un bar, donde perdedores noctámbuos purgan sus penas al compás de las excelentes Nobody Knows the trouble I’ve Seen, Sometimes I feel like a motherlesss child o Deep River.
Un disco de esos, de sabor agridulce y emoción contenida, ideal para escuchar y saborear en estos días lluviosos, al abrigo de los cristales, mientras saboreas una copa y repasas esos momentos que quizás ya no volverán.
Seguiremos hablando de este gran guitarrista, ya que cada uno de los discos que sacó en los 60, merecen una mención especial, desde el blues y el soul de este Feelin' the spirit hasta el excelente groove-funky de Green is beautiful, editado en 1970.
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