THE DIPLOMATS OF SOLID SOUND – Let’s cool one (2003)
Si señor, Let’s cool one supone un chispeante regalo de sudoroso soul-jazz y funk salpicado por un abrasivo y dominante hammond B3.
Una intensa bacanal sonora de ritmos pegajosos que dan forma a una
iresistible colección de poderosos instrumentales, tan repletos de "groove",
que avivarán irremediablemente nuestra insuperable adicción por aquel
frenético sonido que escupían salvajemente los viejos vinilos de Booker T Jones, Jimmy Smith y Jimmy McGriff o los más recientes The Link Quartet entre otros.
Si, porque Let’s cool One de la banda The Diplomats of Solid Sound es otro perfecto ejemplo de lo atractiva y necesaria que puede resultar hoy en día, la vieja y vigorosa mezcla de soul, jazz, funk y R&B
que deslumbró en los 60 y primeros 70. Una opción excitante y necesaria
para desintoxicarse de tanto sonido banal. Una explosión controlada de
ritmo trepidante, protagonizada por estos diplomados del "groove "
más palpitante, bajo una fórmula conocida pero tremendamente eficiente:
una poderosa base rítmica, una guitarra afilada, un corrosivo hammond B3
y unos vibrantes saxos. Una aparentemente sencilla ecuación, que The Diplomats of Solid Sound ejecutan con total precisión desde los primeros acorders de Cuber Baker, una acelerada e irresistible píldora, para no dejar de bailar, donde hammond
y guitarra comparten promiscuamente su protagonismo. Una aceleración
que se vuelve algo trotona con los ritmo vacilones y funkies de Who's Got the Grady?, Swamp Chomp, y Ribsticker, y que se atempera alcanzando su lado más blues con la maravillosa My Place BBQ, para de nuevo volver a recuperar todo su tono festivo con la dicharachera Pistol Allen y con la poderosa y vibrante Don't Touch My Popcorn.
Un nivel alto de intensidad sonora, que sólo se reduce al final, con
ese excelente medio tiempo noctámbulo y algo decadente, de marcado tono
"jazzy" que cierra el disco y que se titula Plush Club.
The Diplomats of Solid Sound provienen de Iowa, USA, se fundaron como grupo a finales de los 90, y son otra banda a tener en cuenta dentro de la escena del soul jazz actual. Sus exuberantes apariciones en recopilaciones como Soul Shaker, junto a los buenos comentarios que sobre ellos me llegaban de blogs cercanos como el desaparecido Le Club de Rock o Ritmo Soul y otros modernismos, hicieron que finalmente me decidiera a bucear por su discografía, para descubrir tres excelentes discos Destination... get down, Instrumental Action Soul y Let’s cool one,
de los que de momento me quedo con este completísimo Let’s cool one. En
su último disco publicado en el 2008, que aún no he podido degustar
demasiado, pero que fue recomendado por el blog Ritmo, soul y otros modernismos, dan un ligero y atractivo giro a su sonido, al introducir el poderío vocal del dúo femenino The Diplomettes.
Sin duda, se han ganado un hueco de honor al lado de los mejores discos de The James Taylor Quartet o The Sugarman 3
Publicado el 23/3/2010 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
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