STAN GETZ - Big band Bossa Nova arranged and conducted by Gary McFarland (1962)
Bosa Nova, jazz-bossa y jazz-samba. Dulce y sensual bosanova. Una mezcla perfecta y embriagadora de sensualidad sonora y exquisitez melódica, con chispeantes momentos de máxima vitalidad es lo que desprende este olvidado disco de Stan Getz, titulado Big Band Bossa Nova, que vió la luz en la segunda mitad de 1962.
Un disco excelente, donde el saxo tenor de Stan Getz vuelve a deslumbrarnos con su pasmosa naturalidad y encanto a la hora de interpretar esos sinuosos y exquisitos acordes tan propios de la bossa, esta vez acompañados y potenciados por la exuberancia sonora de una gran big band, magistralmente dirigida por Gary McFarland, que además en este disco nos regala algunas de sus composiciones más inspiradas, y donde brillan con luz propia la guitarra de Jim Hall y el piano de Hank Jones.
Y la verdad es que este Big Band bossa Nova tiene bastante culpa de que en Sensaciones Sonoras hablemos insistentemente de este cálido sonido carioca, ya que fue el primer disco de bossa que cayó en mis manos. Una serie barata de Verve que me descubrió un nuevo y apasionante espectro musical, que me acercó mucho más al jazz y al que no me pude resistir. Y es que este disco es una auténtica gozada que quizás ha quedado relegado a un segundo plano por discos más mediáticos, y también soberbios, como Jazz Samba, que Getz realizó con Charlie Byrd a comienzos del 62 (nº 1 en las listas de pop), y esa otra maravilla indispensable en cualquier discoteca, y de la que ya hemos hablado por aquí, que es Getz/Gilberto, publicado un año más tarde, en pleno 1963 y donde resplandecía aquella fantástica Garota de Ipanema.
Pero volviendo al disco en sí, deciros que en poco más de media hora, Getz y Gary McFarland nos dan una clase maestra de lo que es la bossa mezclada con parte del jazz más cool. Ocho temas: cuatro excelentes y clásicas composiciones de maestros brasileños de la bossa nova como Jobim, Bonfá y Joao Gilberto, y otros cuatro temas realizados expresamente para este disco por Gary McFarland, que desprenden esa embaucadora, unas veces soleada y otras melancólica, sensual atmósfera tan típica de la bossa. Temas que como Manaha de carnival y Chega de saudade de Jobim, o Melancolico y Noite triste de McFarland nos seducen con sus dulces tonos perezosos, donde sobresalen la calidez del saxo de Getz, la ternura de la guitarra de Jim Hall, y la nostalgia del piano de Hank Jones. Temas para perderse y soñar que se intercalan amablemente entre melodías más vitales y festivas como Balanco no samba de McFarland, una auténtica invitación al baile y a la diversión, donde la típica batida brasileña se ve volteada por unos arrogantes vientos y una acelerada guitarra, al igual que en los clásicos Samba de uma nota so de Jobim o en la juguetona y vivaracha Bim Bom de Joao Gilberto que cierra de una forma pletórica el disco.
Como curiosidad final, comentaros que un mes más tarde de que Getz y McFarland grabaran este disco en Nueva York, Quincy Jones abordaría un proyecto similar bajo el mismo título, Big Band Bossa Nova. Mismo título y mismos propósitos para dos estupendos discos, grabados ambos en Nueva York, y que incluso compartirían guitarrista, ya que Jim Hall colaboró en los dos.
Publicado el 26/12/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
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