PAT BUCHANAN - St. George (2005)
Publicado el 30/01/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
Pat Buchanan ha sido una de las gratas sorpresas del año pasado. Su disco St George salió en el último tercio del año, y es ahora a principios del 2006 cuando lo estoy saboreando con descaro, el mismo descaro que muestran sus canciones, que son directas, melódicas, intimistas y muy emotivas, pero sin caer en la insulsa ñoñería. Canciones que discurren alrededor de perfectas melodías pop, donde las guitarras son las principales protagonistas, acompañadas en ocasiones de acertados arreglos de cuerda, teclados o vientos que refuerzan el poder melódico y evocador de los temas. Sin duda, podríamos decir que Buchanan sigue los cánones marcados por el mejor Mccartney, tanto con los Beatles como en solitario, al igual que mi otro gran descubrimiento del año pasado, del que ya hemos hablado por aquí, David Grahame.
St George es un disco, con un cierto tono nostálgico y melancólico, lleno de matices, que te invita a degustarlo tranquilamente en la calidez de un sofá y a ser posible en la mejor de las compañías. Deslumbra por la sencillez e inmediatez con que sus melodías se apoderan de ti, por la facilidad con la que te envuelven en una atmósfera llena intensos clarosocuros que parecen brotar de lo más profundo de uno mismo.
El disco comienza, suave, tierno y envolvente con la delicada y exquisita Sweet Amnesia, donde una guitarra desnuda de artificios, marca la dulce melodía que es acompañada con acierto por unos majestuosas cuerdas con aire country, y en la que Buchanan nos describe con un cierto tono agridulce lo feliz del momento actual, soportado por esa dulce amnesia que le impide mirar atrás. Sin duda una de las joyas del disco, pero no la única, ya que tras pasar por un correcto medio tiempo de pop rock, titulado I can’t worry, nos encontramos con otros dos momentos estelares del disco. En primer lugar The fairest of season, una balada casi acústica donde los arreglos y efectos brillan por su ausencia y en la que una guitarra desnuda y la voz de Buchanan son los exclusivos protagonistas, de esta emotiva melodía, que se acerca al sonido del mejor Marshal Crensaw (con quien Buchanan trabajó en su excelente último disco What’s in the bag). Y continuando el recorrido por el disco, tras este simple y directo temazo, nos encontramos con una preciosa sorpresa con aires de Music hall, cuerdas, vientos, teclados y una bonita guitarra, para una especacular canción titulada Patience, quizás mi favorita del disco, próxima al sonido de clásicos atemporales como Lovin Spoonful o los Kinks.
Si seguimos adentrándonos en el disco, descubrimos que también nos regala algunos momentos más dinámicos y enérgicos de puro power pop, contenido y brillante, como We’ll Talk, donde parece estar presente el espíritu de Costello y la más americana Halo con guitarras más ruidosas pero igual de melódicas.
Pero sin duda, donde Buchanan deslumbra en este disco, es en los medios tiempos, y los 5 temas que cierran. uno tras otro este disco, son una auténtica delicia para los sentidos. Count the ways es una perfecta melodía alrededor de una guitarra, desnuda de efectos y arreglos, puro sentimiento y emoción. For what it was es un delicado fraseo entre la guitarra de Buchanan y un dulce violín, que explota impetuosamente a mitad de la canción en vigorosas guitarras que se diluyen en un tierno final. The Same tree parece parida a medias entre Mccartney Jeff Lyne de la ELO, una melodía tremendamente beatle que es acompañada por unas apoteósicas cuerdas que recuerdan a los grandes temas de los 70 de la ELO, todo ello sin sobrepasar el medio tiempo. Y para terminar Sometime she’s kind y Sad Genie, otras dos preciosas melodías de sonido Mccartney generadas alrededor de unos bellos y simples acordes de guitarra, aderezados por unos arreglos de cuerda que las dotan de una belleza aún mayor.
Un disco atemporal, al margen de modas y modismos, repleto de buenas canciones. ¿Que más se puede pedir? Por mi parte nada más. Si señor, gran disco el que se marcó el año pasado, este gran músico afincado en Tenesse, habitual músico de sesión por aquellas tierras, que responde al nombre de Pat Buchanan.
Pat Buchanan ha sido una de las gratas sorpresas del año pasado. Su disco St George salió en el último tercio del año, y es ahora a principios del 2006 cuando lo estoy saboreando con descaro, el mismo descaro que muestran sus canciones, que son directas, melódicas, intimistas y muy emotivas, pero sin caer en la insulsa ñoñería. Canciones que discurren alrededor de perfectas melodías pop, donde las guitarras son las principales protagonistas, acompañadas en ocasiones de acertados arreglos de cuerda, teclados o vientos que refuerzan el poder melódico y evocador de los temas. Sin duda, podríamos decir que Buchanan sigue los cánones marcados por el mejor Mccartney, tanto con los Beatles como en solitario, al igual que mi otro gran descubrimiento del año pasado, del que ya hemos hablado por aquí, David Grahame.
St George es un disco, con un cierto tono nostálgico y melancólico, lleno de matices, que te invita a degustarlo tranquilamente en la calidez de un sofá y a ser posible en la mejor de las compañías. Deslumbra por la sencillez e inmediatez con que sus melodías se apoderan de ti, por la facilidad con la que te envuelven en una atmósfera llena intensos clarosocuros que parecen brotar de lo más profundo de uno mismo.
El disco comienza, suave, tierno y envolvente con la delicada y exquisita Sweet Amnesia, donde una guitarra desnuda de artificios, marca la dulce melodía que es acompañada con acierto por unos majestuosas cuerdas con aire country, y en la que Buchanan nos describe con un cierto tono agridulce lo feliz del momento actual, soportado por esa dulce amnesia que le impide mirar atrás. Sin duda una de las joyas del disco, pero no la única, ya que tras pasar por un correcto medio tiempo de pop rock, titulado I can’t worry, nos encontramos con otros dos momentos estelares del disco. En primer lugar The fairest of season, una balada casi acústica donde los arreglos y efectos brillan por su ausencia y en la que una guitarra desnuda y la voz de Buchanan son los exclusivos protagonistas, de esta emotiva melodía, que se acerca al sonido del mejor Marshal Crensaw (con quien Buchanan trabajó en su excelente último disco What’s in the bag). Y continuando el recorrido por el disco, tras este simple y directo temazo, nos encontramos con una preciosa sorpresa con aires de Music hall, cuerdas, vientos, teclados y una bonita guitarra, para una especacular canción titulada Patience, quizás mi favorita del disco, próxima al sonido de clásicos atemporales como Lovin Spoonful o los Kinks.
Si seguimos adentrándonos en el disco, descubrimos que también nos regala algunos momentos más dinámicos y enérgicos de puro power pop, contenido y brillante, como We’ll Talk, donde parece estar presente el espíritu de Costello y la más americana Halo con guitarras más ruidosas pero igual de melódicas.
Pero sin duda, donde Buchanan deslumbra en este disco, es en los medios tiempos, y los 5 temas que cierran. uno tras otro este disco, son una auténtica delicia para los sentidos. Count the ways es una perfecta melodía alrededor de una guitarra, desnuda de efectos y arreglos, puro sentimiento y emoción. For what it was es un delicado fraseo entre la guitarra de Buchanan y un dulce violín, que explota impetuosamente a mitad de la canción en vigorosas guitarras que se diluyen en un tierno final. The Same tree parece parida a medias entre Mccartney Jeff Lyne de la ELO, una melodía tremendamente beatle que es acompañada por unas apoteósicas cuerdas que recuerdan a los grandes temas de los 70 de la ELO, todo ello sin sobrepasar el medio tiempo. Y para terminar Sometime she’s kind y Sad Genie, otras dos preciosas melodías de sonido Mccartney generadas alrededor de unos bellos y simples acordes de guitarra, aderezados por unos arreglos de cuerda que las dotan de una belleza aún mayor.
Un disco atemporal, al margen de modas y modismos, repleto de buenas canciones. ¿Que más se puede pedir? Por mi parte nada más. Si señor, gran disco el que se marcó el año pasado, este gran músico afincado en Tenesse, habitual músico de sesión por aquellas tierras, que responde al nombre de Pat Buchanan.
Comentarios
Publicar un comentario