DAVID GRAHAME - Eric (2004)



Es gratificante en los días que corren en esto de la música, llenos de radio-fórmulas, Operaciones Triunfo y potentes campañas de marketing que intentan que consumas única y exclusivamente esos anodinos productos musicales que lanzan las todopoderosas multinacionales, encontrarte de repente y casi por causalidad con un tipo como David Grahame, capaz de hacer con su guitarra, su talento y sin mucho apoyo, verdaderas joyas del pop-rock más clásico, y completar un precioso disco, como es Eric, su disco publicado en el 2004 por el sello Dog Turner.

La verdad es que este tipo de discos son los que le hacen a uno seguir creyendo en esto de la música, discos hechos con el corazón y con la ilusión de alguien que disfruta con esto y tiene el talento necesario para plasmar en unos cuantos acordes un montón de sensaciones, que todos podremos saborear al escuchar estas canciones.

Hacía mucho tiempo que no me encontraba con un disco de pop de guitarras tan melodioso, placentero, y entrañable, como este disco de David Grahame. Un disco asombroso por la cantidad de estupendas melodías que atesora, que te atrapan desde los primeros acordes y no te abandonan hasta que dejan de sonar. Un disco otoñal, impregnado de sonoridades nostálgicas, con un cierto sabor amargo, muy emotivo y tremendamente hipnótico, que musicalmente discurre por el camino trazado por el mejor Paul Mccartney en discos de los Beatles como el Revolver,  y el Doble Blanco , o en discos de los Wings como Band on the run. 

Las canciones incluidas en Eric transcurren a medio tiempo dentro de la mejor tradición del pop rock melódico, dominadas principalmente por bellas guitarras, entre las que se cuela algún delicado piano que en ocasiones remarca con perfección la melodía, acompañada en todos los casos por destacadas armonías vocales que completan acertadamente el potencial melódico de unas canciones casi perfectas. Canciones que nos hablan de corazones heridos, de encuentros y desencuentros, de soledades no deseadas. Canciones que nos describen esos momentos de desazón en las relaciones desde el lado perdedor, con una gran delicadeza y ternura.

Eric es un disco muy completo y homogéneo donde cuesta destacar unas canciones sobre otras, pero puestos a ello, podríamos comenzar por la vertiente con sabor nuevaolero del disco, próxima a gente como Nick Lowe, con temas tan rotundos y efectivos en cuanto a su pegajosas melodías, como los dos temas que abren el disco Out Of this world y Nex To Nothing. Luego dentro de la vena más beatle (siempre por el lado de Mccartney) del disco, tenemos las preciosas Mary Always Knows, Imagine That o Lost ,con unas guitarras y armonías vocales deliciosas, o las enigmáticas Milk Cartón Ad o Where Does it end con esas melodías sinuosas, en la que tienen lugar hasta ciertos guiños psicodélicos, que me recuerdan al Revolver de los Beatles. Pero insisto, el disco funciona como un todo, y todas las canciones tienen un nivel muy alto y parejo, y os aseguro que os encantará si os gusta este tipo de música, el pop-rock de toda la vida.

¿Y que podemos decir del protagonista del disco? Poca cosa, la verdad. Existe muy poca información sobre David Grahame en la red. Lo más que he encontrado es una entrevista  en el blog Power Pop Action y en un fanzine (fufkim.com), donde nos cuentan que David Grahame quedó profundamente impresionado en los 60 por la british invasión, siendo sus principales influencias, además de los Beatles y Paul Mccartney, Crosby, Stills & Nash, Paul Simon, Elvis, Jerry Lee Lewis,y The Who.

Durante los 70 desarrolló su pasión por la música en su ciudad natal, Nueva York, tocando en una banda llamada The Mix, que teloneó en aquella época a gente como Elvis Costello ,o los mismísimos Pretenders. Luego siguió involucrado en diferentes proyectos musicales en Nueva York y Los Angeles, e incluso llegó a firmar y grabar para EMI en los 80, aunque esas grabaciones no vieron la luz en su momento, y ha sido ahora en los últimos años, a finales de los noventa, cuando se han comenzado a editar sus nuevas y viejas grabaciones, existiendo actualmente en el mercado americano 8 maravillosos discos, de este peculiar personaje, que en su página web (ya no disponible), junto con un montón de fotos de él, su mujer, y su hijo, simplemente nos dice lo siguiente: 7 años y 8 discos después, es tiempo de dejar el rock & roll a los jóvenes.

La verdad es que sería una lástima que ahora que le he descubierto, dejara de hacer música..., pero siempre quedarán los maravillosos discos, que ha sacado hasta ahora, de los que seguiremos hablando en sucesivas entregas.


Publicado el  11/12/2005 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera

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