BEN KWELLER - Ben Kweller (2006) / Toda la frescura del mejor pop rock
Ben Kweller es uno de esos tipos, que hoy en día revitalizan y engrandecen la frescura e inmediatez del pop rock de toda la vida, gracias a su talento a la hora de componer e interpretar deslumbrantes y emocionantes viñetas sonoras de menos de tres minutos, capaces de revolucionar con estrépito tus sensaciones más vitales, con ese pop-rock luminoso y efervescente, repleto de adictivos estribillos y certeras melodías, que brotan majestuosamente de los surcos de discos como este maravilloso Ben Kweller , su tercer disco en solitario, publicado el pasado 2006 y que hoy traemos a Sensaciones Sonoras.
Y es que este disco, es un perfecto tratado de eso que otras veces hemos llamado pop por la cara,
irresistible pop-rock, directo y sin tapujos, de una inusitada frescura
, realizado en base a guitarra, bajo y batería, con certeros toques de
piano y hammond, y grandes armonías vocales, que intercala con maestría
impetuosos arrebatos sonoros de entusiasmo juvenil con tiernas melodías
de una calidez suprema.

Pero al margen de todo esto, sin duda anecdótico, lo más importante es su exquisita sensibilidad y habilidad para fabricar, con aparente sencillez, rotundos pildorazos del mejor y más adherente pop- rock, con algún que otro toque folk, que bien podría haber surgido de un misterioso laboratorio científico donde hubieran clonado lo mejor de maestros como Nick Lowe, Elvis Costello, George Harrison o Pete Case por poner un ejemplo.
Palabras mayores que se transforman en hechos consumados al
escuchar los primeros acordes de Run , el medio
tiempo de redobles spectorianos que abre el disco de una forma deliciosa, y que me recuerda a los escarceos más poperos de Nick Lowe. Pop primaveral, emotivo e instántaneo, de estribillos
desgarrados que se desarrolla sobre medios tiempos y que seduce desde la primera escucha como es el caso de Sundress. Certeros arrebatos de explosión juvenil, de intensidad y estructura nuevaolera repletos de uuuoooss y energía vital como esa impresionante I gotta move , mi tema favorito del disco, el espléndido Penny on the train track y el algo más relajado Magic . Preciosos y nostálgicos medios tiempos de envolventes melodías que giran alrededor de persistentes golpes de piano , con
reminiscencias beatle, que poco a poco se apoderan de tus sentidos como Nothing Happening , Thirteen , o Until I Die . Y hasta pegajosos homenajes a la Velvet Underground más melódica como esa delicia titulada I don’ Know Why . Un disco irresistible , vital y de fácil asimilación, que no pierde con el
tiempo y que te verás obligado a poner una y otra vez tras la primera escucha.
Publicado el 6/3/2007 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
Comentarios
Publicar un comentario