THE KOOKS - Inside in Inside out (2006)
Guitarras poderosas, melodías pegajosas, arrebatadoras armonías vocales, tremenda vitalidad juvenil, y mucho descaro y entusiasmo es lo que desprende el excelente disco de debut, que la banda británica The Kooks, acaba de publicar en este año 2006, titulado Inside in Inside Out. Uno de esos discos que te enganchan desde la primera escucha con una poderosa atracción, que no necesitan de muchas escuchas para apoderarse de ti. Es un disco de pop rock rotundo y contundente, tremendamente convincente, que aglutina un conjunto de canciones memorables, que difunden con poderío las máximas del mejor pop heredado de los 60 y que trazaron grupos tan emblemáticos como los Who o los Kinks, pero puestas al día día y remozadas con la energía y vitalidad que desprendían aquellos discos, de la new wave británica de finales de los 70 y primeros 80. Música hecha para el disfrute total. Un disco de esos que te transmite toda su energía y dinamismo, ideal para levantar el ánimo, bailar, saltar y emocionarte con él. Y los culpables de todo esto, no son otros que estos cuatro chicos de Brighton, que responden al nombre de The Kooks, liderados por un tal Luke Pritchard, y que visto lo visto, están llamados a ser una de las futuras lumbreras del pop británico, o al menos así me lo parece a mi, aunque no tanto a la prensa británica, más ocupada en encumbrar a chicos al parecer más mediáticos, como todos esos en los que seguro estáis pensando.
¿Y que nos vamos a encontrar en este fantástico disco? Pues bien, en Inside in Inside out nos encontramos total algarabía pop, temas de melodías pegajosas, guitarras vitalistas y coros enfebrecidos, llenos de uooosss como Sofa Song, Eddies Gun o You Don’t Love Me, con un cierto aire nuevaolero y regusto a los añorados Jam, y preciosos temas de clásico y luminoso pop rock británico, algo menos acelerados pero igual de dinámicos y emotivos, como Oh La, She Moves In Her Own Way, Naive y Jackie Big Tits (preciosa a pesar de su título), junto a poderosos y vitaminados trallazos de punk rock como See The World y If Only, en donde The Kooks nos recuerdan la influencia de los Libertines en las nuevas bandas británicas. Y como curiosidad, una maravillosa, y delicada canción acústica, Seaside, que abre el disco de un modo inesperado, sobre todo teniendo en cuenta el arrebato sonoro que protagoniza el disco, y dos temas con aire atmosférico I Want You Back y Got no love, de los que me quedo con el segundo, un tema cercano al estilo melódico de los Ocean Colour Scene. Un disco vibrante, que sin duda ha devuelto la esperanza en las nuevas bandas británicas, a quien escribe estas palabras, que a pesar de tener una clara debilidad por la música británica, considera que en los últimos tiempos está bastante sobrevalorada, en lo referente a los nuevos grupos aparecidos.
Publicado el 06/03/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
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