THE ALAN BOWN ! - The Alan Bown (1969) - Atemporal rock británico de finales de los 60


Una embaucadora y melodiosa fuerza crepuscular, edificada a través de intensos guitarrazos de energía contenida, que cabalgan sobre adictivos acordes de piano y hammond, que a su vez transitan entre la emoción vocal del soul, la calidez instrumental del jazz, y el aroma campestre y un tanto hippie del folk rock de finales de los 60, me empuja irremediablemente, una y otra vez a escuchar este disco de The Alan Bown! editado por el sello Deram en 1969. Uno de esos oscuros, bellos y sugerentes discos británicos de finales de los 60, de ascendentes psicodélicos, que al desnudarlos de toda su parafernalia lisérgica, muestran su asombrosa calidez y brillantez melódica.

¡Me encanta este disco! Y la verdad, no puedo contener mi entusiasmo ante este tipo de descubrimientos musicales. Últimamente, gracias a libros como Discos Ocultos de Juan Vitoria (regalo de estas últimas navidades) y a blogs como Discos Ocultos , que nos muestran su música, es como si estuviera redescubriendo ese maravilloso sonido británico de finales de los 60,que intentaba describir en el párrafo anterior, y que en su momento creía pertenecía exclusivamente a ilustres como Beatles, Small Faces, Traffic, Pretty Things, Faces, Humble Pie, etc…¡Pues no amigos¡ Este maravilloso sonido no acaba ahí, hay más, mucho más, e igual de bueno, aunque sus protagonistas
no hayan trascendido a su tiempo como algunos de los mencionados.


A Alan Bown, o mejor dicho a The Alan Bown Set , los conocía gracias a esa fastuosa recopilación de sonidos británicos de mediados de los 60, que se denomina Doin’ the mod , editada por el sello Castle años atrás. En ella, aparecen estos chicos dando rienda suelta a sus inclinaciones negroides y souleras, con un puñado de excitantes y sudorosos artefactos sonoros de alta intensidad emocional, que bien merecen un capítulo aparte en este rincón musical. Y es que claro, nuestro protagonista de hoy, Alan Bown, era un intrépido trompetista, apasionado del jazz, el soul y el R&B que no tuvo reparo en formar una vigorosa banda desoul explosivo, repleta de hilarantes vientos y mucha energía vital. Y así, a comienzos del 64 nacieron The Alan Bown Set, que a pesar de gozar de una gran reputación por sus frenéticos directos, no tuvieron fortuna de cara al gran público, permaneciendo en esa gloriosa segunda división de bandas británicas de aquella época, que en los últimos años están aflorando a la luz, gracias a estupendas recopilaciones de sellos como Castle e Inmediate.

Pero mira por donde, con el declinar de la psicodelia, de repente a mediados de 1968, Alan Bown decide reformar la banda e interiorizar sus influencias negras, renombrándola como The Alan Bown!, dando un giro significativo a su sonido, que se acercará a ese rock británico atemporal, post-psicodélico, de alma soul con toques de folk, blues y jazz, que en unos casos se acerca al glorioso pop de la época, mientras que en otros endurece su sonido volviéndose más rudo y grasiento.

Y la verdad es que un poco de todo eso hay en este maravilloso disco. Rock de guitarras robustas y desgarro vocal envuelto en intensos acordes de hammond como Still as Stone, Friends on St. Luis o la excesiva The Prisoner que es una enorme suite mezcla de todo; elegante pop soul de cuidadas melodías y poderío vocal, dominadas por un chispeante piano eléctrico o hammond , con un toque jazzy en la trompeta de Alan, como las deliciosas Strange little friend, Elope y Perfect Day donde la melodía corre a cargo de una emocionante guitarra; tiernos momentos de folk rock , de guitarras acústicas, bucólicos vientos, tonos medievales y grandes armonías vocales como All I Can; pegajosos e irónicos estribillos de estructuras cercanas al vodevil, típicamente inglesas como Kick me out; algún retazo de vitalista y bailable soul como Children of the night e irresistible y colorista pop de fácil asimilación y certeras melodías como la preciosa Gypy girl.
 
Otra pequeña y olvidada maravilla sonora,   joya oculta en los fondos del inmenso y variopinto catálogo musical de los 60, que harás muy bien en recuperar.
Por cierto, el fantástico cantante de la banda en este disco no es otro que Robert Palmer , ese intrépido y moderno solista de los glamurosos 80, que nos deleitó con sus sintéticos y bailables estribillos que adornó con aquellos sensuales videos llenos de esculturales mujeres de frío aspecto.
Nota: las fotos del artículo están cogidas de la siguiente web http://www.alexgitlin.com/npp/alanbown.htm

Publicado el 28/2/2007 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera

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