THE LINK QUARTET – Beat.It (2002)
Beat it es una trepidante incursión en el excitante alboroto del soul-jazz más frenético, y pegajoso, dominado por arrogantes impulsos de hammond y sudoros guitarrazos de descarnado R&B.
Un elocuente y demoledor guiño a los 60, que recupera todo el descaro y la frescura de aquella época, con una intensidad casi malsana, conjugando con maestría el intenso groove de Jimmy Smith, la fiereza de los Small Faces, el vigoroso ritmo de Booker T & The MGs y la jovialidad pop de aquellas oscuras gemas instrumentales, de librerías musicales, que poblaban las sintonías de los telefilmes y programas de TV de la época.
Beat it es un disco explosivo que la banda italiana The Link Quartet, publicó en el 2002 para el sello americano Hammondbeat Records. Fue su segundo disco grande, y es para mi uno de los mejores ejercicios de vibrante hammond instrumental que han aparecido en los últimos años. Una pequeña maravilla, a la altura de los mejores discos de The James Taylor Quartet, The New Matersounds o The Diplomats of Solid Sound, que demuestra el verdadero talento y la destreza a los teclados de Paolo “Apollo” Negri, el líder de la banda, que aquí es acompañado por Giulio “Link” Cardini a la guitarra, Renzo Bassi al bajo y Tony “Face” Bacciocchi a la batería.
Aunque sin duda tenemos que resaltar la aparición estelar de la dulce y seductora voz de Betty Quartieri en el único tema vocal del disco, ese delicioso If I Could Only Be Sure, que es una auténtica gema del mejor pop soul, que comparte protagonismo con un buen puñado de desenfrenados instrumentales de abrasivo hammond, hirientes guitarras y ritmo trepidante entre los que destacaría esas festivas e impetuosas Strudel Girl, Be Yourself, Beat it, Somebody Stole My Thunder, Marshall Jim 100, y una acertada versión del Happy Boys Happy de los Small Faces, aunque posiblemente ninguna de ellas llegue al grado de excelencia que The Link Quartet consiguen con la excitante An Evening With Linda Lovelace, de tierno y sinuoso comienzo que comparte un cierto tono especral con la delicada Little Italy Serenade en la que resplandece con luz propia la flauta de Mauro Sbuttonique. Un disco altamente recomendable si eres de los que disfrutan con el abrasivo hammond B3.
Un elocuente y demoledor guiño a los 60, que recupera todo el descaro y la frescura de aquella época, con una intensidad casi malsana, conjugando con maestría el intenso groove de Jimmy Smith, la fiereza de los Small Faces, el vigoroso ritmo de Booker T & The MGs y la jovialidad pop de aquellas oscuras gemas instrumentales, de librerías musicales, que poblaban las sintonías de los telefilmes y programas de TV de la época.
Beat it es un disco explosivo que la banda italiana The Link Quartet, publicó en el 2002 para el sello americano Hammondbeat Records. Fue su segundo disco grande, y es para mi uno de los mejores ejercicios de vibrante hammond instrumental que han aparecido en los últimos años. Una pequeña maravilla, a la altura de los mejores discos de The James Taylor Quartet, The New Matersounds o The Diplomats of Solid Sound, que demuestra el verdadero talento y la destreza a los teclados de Paolo “Apollo” Negri, el líder de la banda, que aquí es acompañado por Giulio “Link” Cardini a la guitarra, Renzo Bassi al bajo y Tony “Face” Bacciocchi a la batería.
Aunque sin duda tenemos que resaltar la aparición estelar de la dulce y seductora voz de Betty Quartieri en el único tema vocal del disco, ese delicioso If I Could Only Be Sure, que es una auténtica gema del mejor pop soul, que comparte protagonismo con un buen puñado de desenfrenados instrumentales de abrasivo hammond, hirientes guitarras y ritmo trepidante entre los que destacaría esas festivas e impetuosas Strudel Girl, Be Yourself, Beat it, Somebody Stole My Thunder, Marshall Jim 100, y una acertada versión del Happy Boys Happy de los Small Faces, aunque posiblemente ninguna de ellas llegue al grado de excelencia que The Link Quartet consiguen con la excitante An Evening With Linda Lovelace, de tierno y sinuoso comienzo que comparte un cierto tono especral con la delicada Little Italy Serenade en la que resplandece con luz propia la flauta de Mauro Sbuttonique. Un disco altamente recomendable si eres de los que disfrutan con el abrasivo hammond B3.
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