THE GOOD, THE BAD & THE QUEEN - The Good, the Bad & the Queen (2007)
¿Retro pop sideral, de aromas lisérgicos y cósmicas atmósferas, para perezosos atardeceres en la lado oculto de la luna? No, no estoy desvariando, pero algo así es lo que me sugiere este espléndido artefacto sonoro, que desprende una plácida, y a veces inquietante nostalgia, con cierto tono replicante, y que responde al nombre de The Good, the Bad & the Queen .
Curioso nombre para un grupo pop o rock, tras el que se esconde la última aventura de Damon Albarn, aquel chico que revitalizó el pop británico en los 90 con Blur y que diez años después nos animó a bailar con el contagioso pop virtual y cibernético de Gorillaz . Una nueva aventura, que nos demuestra que es uno de los personajes más inquietos y con más talento que han surgido últimamente en las Islas Británicas y para la que se ha rodeado de alguna vieja gloria del pasado como Paul Simonon, que fuerqa bajista de The Clash y de algunos de sus colegas más modernos de estos días, como el guitarrista Simon Tong (The Verve) compañero de Gorillaz,Tony Allen (Fela Kuti ) y el prestigioso productor Danger Mouse que ya produjo el LP Demon days de Gorillaz.
Pero volviendo al disco , os aseguro que estamos ante ungran disco de pop, con un atrayente y cuidado envoltorio futurista. Pop cósmico y orquestación lunar, como decíamos al principio, pero pop a fin de cuentas. Genuino pop del siglo XXI. Pop de altos quilates elaborado alrededor de irresistibles y sencillas melodías que se entrecruzan, repiten y confluyen de forma, a veces sorpresiva, conformando envolventes atmósferas de surreal poderío. Un disco que discurre plácidamente, a veces ensoñador y nostálgico, y en ocasiones inquietante y perezoso.
¿Ya te has dado cuenta, no? Me encanta este disco. Me parece la continuación perfecta a aquel Think Tank que para mi revitalizó, y de qué forma, el prestigio de unos alicaídos Blur, tras el dubitativo 13. Un disco, que aunque incluye algunos pildorazos de efecto inmediato, se degusta poco a poco, escucha tras escucha, conforme te vas adentrando en su envolvente atmósfera de bello magnetismo, y que compagina con maestría la calidez de lo acústico, con enigmáticos ambientes electrónicos. Un disco muy completo donde es difícil destacar un tema sobre otro, pero donde puestos a resaltar citaremos pequeñas gemas de emoción contenida y casi susurrada, como la delicada y sinuosa Nature Spring ; la instrospectiva, perezosa y algo bucólica A soldier’s tale , con su emocionante guitarra folky rodeada de ampulosos arreglos orquestales; la inquietante History song que abre el disco, con sus intrincados y repetitivos acordes de guitarra acústica,arropada por la característica voz de Damon, que en seguida confluyen con unos chispeantes y repetitivos acordes de órgano, que acaban convirtiéndose en unos apocalípticos golpes de piano; la pegajosa y adictiva píldora con acordes de doo wop marciano de coros irreverentes que es 80’s life , sin olvidarnos de esa perezosa, delicada aunque algo dramática redefinición del crepuscular atardecer de los Kinks que es Kingdom Of Doom , al igual que ese otro sublime arrullo acústico, de evocador magnetismo que es Behind The Sun y cómo no, esa perla llamada Green Fields , que pone un toque sideral al sonido que los Kinks desarrollaron en su Village Green.
Sin duda una excelente demostración de la persistente reinvención de la música pop, que nos hace esperar con cierta ansiedad el nuevo disco de Blur, de nuevo con Coxon y Albarn.
Posdata: si, lo has adivinado, Blur fueron una de mis bandas favoritas de aquel llamado brit pop.
Nota: las fotos están tomadas de la interesante página web del grupo
Publicado el 3/4/2007 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera
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