GLUTAMATO YE-YÉ - Melodías popperas del Madrid de los 80 - 7ª parte


Quisieron ser aberrantes y lo fueron. Irreverentes como pocos, consiguieron hacerse un digno hueco en el batiburrillo musical de aquello que acabaron llamando la Movida madrileña gracias a un buen puñado de delirantes canciones, que reflejan como pocas el desparpajo y la frescura de aquellos días. Un desparpajo que plasmaban con una malsana intensidad en sus alocados y divertidos conciertos de aquellos años, que un servidor disfrutó como pocos. Si, porque aunque no fueron ni los más famosos, ni los más respetados por la prensa, ni los que más vendieron, quizás si fueron de los más divertidos, sarcásticos y aberrantes encima de un escenario.
Glutamato Ye-Yé me engancharon rotundamente en la primavera del 82 con aquel alborotado pildorazo de pop yeye acelerado, deudor de los Ramones, que era  Corazón Loco . Un auténtico torbellino de pop por la cara, repleto de energía y frescura, con una divertida letra y un estribillo irresistible que aún hoy es capaz de remover mis cimientos. Un tema que formaba parte de un espléndido EP, publicado por Dos Rombos, que es su obra maestra y de lo mejor que se hizo por aquí en aquellas fechas, donde además se incluían dos joyas más, la saltarina y aberrante Holocausto Caníbal, poseedora de una absorbente melodía y una desmadrada y pegadiza guitarra, además de la sinuosa Un hombre en mi nevera. Narcosis completaba el disco, aunque estaba lejos de la efectividad de los temas mencionados.


Un comienzo prometedor para la banda que Iñaki Fernández y los hermanos Recio, Ramón y Patacho, , formaron a comienzos de los 80, y que lamentablemente no se consolidaría en trabajos posteriores. Capaces de lo mejor y de lo peor, la banda del bigote más excéntrico del pop español, fue alternando buenas y grandes canciones, con algunas bromas pesadas que bien podrían haberse ahorrado. Al margen de su excelente EP inicial, no consiguieron ningún disco redondo, de esos de degustación obligada, pero a lo largo de su carrera han aglutinado, como decíamos al principio, un buen puñado de temas memorables que si podrían confirmar un excelente grandes éxitos.

Así en Zoraida, que fue su siguiente trabajo, un mini-lp bastante inferior y algo disperso, publicado también en 1982 por el sello Dos Rombos, encontramos un par de vibrantes y excelentes temas, Algo suena tic-tac y El microfilm, que tiene un bajo irresistible y donde nos encontramos hasta un sorprendente saxo. Otro de sus grandes temas, la enigmática y algo incomprensible, La balada de Karen Quinlan , la encontraríamos en la cara b de su siguiente single, publicado en el 83 para el sello Goldstein, un single para el que eligieron como cara A aquella irritante Comamos cereales. Luego un parón hasta el 84, donde ya con Ariola publican un nuevo mini-lp, con el que alcanzaron su mayor éxito, gracias a la nuevamente aberrante Todos los negritos tienen hambre y frío , que sin embargo sonaba más ácida y satírica en su versión de la maqueta. Un mini-lp bastante resultón donde deslumbra la que es para mi uno de los mejores temas de Glutamato Ye-Yé, la excelente ¿Has visto a mi chica a la sombra?, junto a las poderosas y pegadizas Recuerda Formentera y Temblando despertaré. Lástima que el disco se complete con la insípida versión del Canta con nosotros y una insufrible versión piano bar del Todos los negritos. Tras el aceptable éxito de este disco, repitieron formato con Ariola en el 85, sacando un nuevo mini–lp, titulado Guapamente, en el que soy incapaz de destacar un solo tema, aunque tanto Alicia como El rey del aftersun llegaron a sonar bastante en la radio. 


Tras este disco, se replantean su sonido naif, se olvidan de los soniditos y efectos juguetones, y se montan su primer disco grande que curiosamente sería su último disco, y al que titularían Vive Subida, publicado en el 86, con un sonido clásico de pop-rock, con guitarras de las de toda la vida, con un lado acústico y otro que pretende ser más rockero, consiguiendo el que sin duda es su mejor disco desde su EP inicial, y donde incluyen pequeñas joyas acústicas como Nacido en EEUU, El desertor y Banderín de Enganche, enérgicos y adherentes arrebatos eléctricos como Hey tío ! y ¿Sabes lo que te digo? y pegadizos estribillos pop, como Cuando los chicos están bien y Dulce pequeña ramona que bien vale la pena recuperar.
Si amigos, a pesar de la irregularidad de sus discos, Glutamato Ye-Yé se merecen una mención especial. Canciones nos dejaron para ello, además de unos directos impactantes.

  Publicado el  14/11/2007 en  Sensaciones Sonoras en La Coctelera

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