LOS ELEGANTES – Melodías popperas en el Madrid de los 80 - 4ª parte


En aquel lejano Madrid de los 80, uno de los grupos con los que más disfruté, y de los que mejores recuerdos guardo fueron sin duda Los Elegantes. Sus conciertos, que fueron de los primeros conciertos que pude ver, eran un auténtico torbellino de pasión y energía, donde la agitación, el baile y la exaltación rítmica estaban asegurados. Diversión por los cuatro costados, aderezada con muy buenas canciones de auténtico sabor nuevaolero con algún que otro ramalazo soul, y buenas versiones de los 60.

Eran nuestra banda mod de aquellos años, y sus conciertos se caracterizaban por ese colorido tan especial que dejan las minifaldas, los flequillos y las vespas, además de por su gran sonido en directo. Los descubrí, en aquellas agitadas ondas madrileñas, en el 83 con una canción titulada Me debo marchar, vibrante y poderosa sintonía de agridulce energía juvenil, que aún hoy es capaz de agitarme de arriba abajo y que es uno de mis grandes clásicos de aquellos días. Un tema incluído en un single, de pobre sonido, editado en el 83 por Record Runner, y donde además aparece otro de sus clásicos, una píldora de pop-rock anfetamínco, contundente y trepidante llamada Este es mi tiempo. Dos temas muy en la línea de los primeros Jam, con una fuerza sonora y poderío melódico, diferentes de lo que hasta ese momento se estaba haciendo en el Madrid de la movida, y donde el Chicarrón, voz cantante del grupo en aquellos días, se desgañitaba con pasión e intensidad en cada estrofa.



A partir de aquí, y ya sin el Chicarrón que dejó la banda, tras el single anterior, Los Elegantes fomados por Emilio López (voz y guitarra), Juanma del Olmo (guitarras y voces), Jose Luis de la Peña (bajo) y Carlos Hens (batería) se convirtieron en uno de mis grupos de cabecera de aquellos días, situación que confirmaron con sus excitantes conciertos y un memorable nuevo single-ep-maxi, para el sello Rara Avis, donde brillaba con luz propia el excelente En la calle del ritmo. Un tema redondo, quizás su mejor canción, que contiene unas preciosas guitarras, y un ritmo trepidante, arropado por unos coros excelentes, llenos de uooossss y energía vital. Cristina, otro de sus clásicos en sus conciertos, también se incluía en este Maxi, pero la producción del disco no acabó de recuperar toda la energía que el tema desprendía en directo.

Tras el moderado éxito, de En la Calle del Ritmo, firmaron con Zafiro e hicieron dos LPs memorables, llenos de pop rock de afiladas melodías y certeros estribillos. En el 84 sacaron a la luz Ponte ya a bailar !, toda una declaración de principios, con un guiño estético a los 60 en su portada, un calco a la del primer disco de la Specer Davis Group. Cerca de mi, Tiempo perdido, Apunten y fuego, Tu me quieres atrapar, No es verdad, No importa donde, En la calle del ritmo y Un día más, conforman un ramillete de excelentes melodías de pop rock clásico con un adecuado aporte vitamínico, y buenas dosis de emocionantes coros, ideales para saltar y bailar. Además, quedaba patente su gusto por el soul, en otro guiño a su público mayoritario de aquellos días, los mods, en dos modestos ejercicios de soul como Sal de tu cueva y Lo Intento, y así como, en su Mangas Cortas, adaptación del Zoot Suit de unos primigenios The Who cuando se llamaban de The High Numbers. Un disco de moderado éxito y repercusión que no acabó de explotar entre las masas.

Tras Ponte ya a bailar, en el 85 Los Elegantes, sacaron el que sería su segundo disco, Paso a Paso, un disco también excelente, con un sonido más cuidado, quizás más maduro, de canciones más complejas, más guitarreras con una orientación algo más americana. Un disco completísimo, en el que se incluyen algunos de sus clásicos del directo, como su fantásticas versiones del Louie Louie de los Kingsmen, el Luisa se va, o del Sono Tremendo de Ricky Roberts, Soy Tremendo, ambas grabadas en Londres y con un sonido espectacular de guitarrazos afilados, como en el tema que da título al disco el anfetamínico Paso a Paso. Además, en este disco encontramos una de las mejores canciones que hicieron nunca, ese homenaje al sonido Motown, que es Dispararé, que pudo ser todo un éxito y que sin embargo salió como cara b de la desafortunada Chicas y dinero, la canción que menos me gusta del disco. Y para acabar, este recorrido por el segundo disco de estos chicos mencionar la espléndida Nadie Como Tu, un perfecto y melódico arrebato de guitarras, Dos Años atrás, Ven Salta y la emotiva balada que cierra el disco, No lo sé, en la que el chicarrón vuelve a hacer aparición al frente de los Elegantes. A partir de aquí, dieron un giro a su sonido, que se volvió más americano, perdiendo quizás la chispa que les caracterizó en sus comienzos.Un buen grupo, que merece un hueco de honor dentro de la historia de la música española.

 Publicado el  28/02/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera

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